A lo largo de nuestra vida vivimos una serie de experiencias y cambios que nos hace aprender, desarrollar nuevas habilidades y competencias…

No obstante el estrés, las demandas del entorno, el ritmo de vida tan acelerado, hace que a veces no seamos conscientes de esos cambios y simplemente nos dejemos llevar por lo que nos acontece, sin pararnos a pensar en lo que realmente queremos, en lo que nos satisface o en lo que nos genera placer y bienestar… 

Ahora, para y piensa, ¿estás dónde quieres estar? ¿haces lo que quieres hacer? ¿buscas lo que de verdad quieres conseguir?…

En estos días de confinamiento, te invito a que conectes con tu ser y a que reflexiones sobre ti mismo, haciéndote la pregunta: ¿Realmente me conozco?

El conocerte a tí mismo, el saber lo que quieres en la vida, es lo que te va a ayudar a conseguir un mejor bienestar psicológico, a sentirte pleno, a desenvolverte con eficacia en cualquier ámbito de tu vida, y a enfocarte en tus metas personales y profesionales de una forma realista.

Te planteo una serie de actividades:

1-

Escribe un diario: Escribir lo que has hecho durante el día te va a ayudar a entender el por qué lo has hecho y cómo te has sentido haciéndolo.

Si te resulta más sencillo puedes hacer un registro de:

Acontecimiento: ¿Que ocurrió? – ¿Qué hiciste? – ¿Por qué lo hiciste? – ¿Cómo te has sentido?

2-

Reflexiona y escribe en un papel cuáles crees que son tus fortalezas y áreas de mejora. Este ejercicio te ayudará a ser consciente de tus habilidades para seguir potenciandolas; así como de tus limitaciones, para trabajarlas y conseguir superarlas.

– Para detectar tus fortalezas: Piensa en las situaciones en las que hayas conseguido una meta y qué habilidades te ayudaron a conseguirla.

– Para detectar tus áreas de mejora: Piensa en las situaciones en las que hayas tenido algún tipo de limitación u obstáculo que te haya impedido conseguir tu meta. Aquí es importante diferenciar las limitaciones o impedimentos que dependen de nosotros mismos (creencias autolimitantes), de las limitaciones externas de las que no tenemos control y que por tanto no podemos hacer nada para cambiarlas.

3-

Anota tus pasiones, es decir, todo aquello que te gusta y con lo que más disfrutas. ¿Qué es lo que te genera más placer? ¿Qué actividad realizas que hace que el tiempo se te pase volando? ¿Qué es lo que te ayuda a mantener la atención y a concentrarte mientras lo experimentas, sin pensar en nada más? Una vez tengas ese listado de las cosas que más te apasionan, ¡tenlas siempre en cuenta y no dejes de practicarlas!

4-

Responde a las preguntas de autoconocimiento y reflexiona cada respuesta, quizás te ayude a replantearte muchas cosas, o a descubrir aquellas que más deseas, con las que más disfrutas y las que te gustaría mantener o potenciar en el futuro.

En esta guía de ejercicio de autoconocimiento podrás practicar las actividades que te propongo para poder conocerte un poco mejor.

Conócete a ti mismo autoconimiento blog kairós DS Ana Guerrero

Ahora que has respondido a estas preguntas, ¿has descubierto algo nuevo sobre ti de lo que no eras consciente? ¿Entiendes el por qué de algunos de tus actos o toma de decisiones? ¿Entiendes el por qué de tus emociones?

Espero que te haya ayudado al menos a parar y reflexionar sobre ti mismo; a viajar hacia tu interior y descubrir qué es lo que te mueve y si crees que vas en la dirección que quieres.