¿Crees que para el desarrollo de nuestra personalidad es importante la seguridad que nos transmiten nuestros cuidadores desde pequeños? ¿Crees que el estilo de apego puede influir en nuestro entorno laboral y personal?
¿Qué es el apego?
El apego es el vínculo emocional que desarrollamos en nuestra infancia de manera innata con nuestros cuidadores o figuras de apego y que nos proporciona la seguridad emocional indispensable para un buen desarrollo de la personalidad.
El psicólogo John Bowbly fue quien formuló la Teoría del apego basándose en su trabajo en instituciones con niños y niñas privados de la figura materna. El bebé, desde que nace, tiene la necesidad innata de encontrar el cariño y la atención para su correcto desarrollo físico, emocional y cognitivo. Buscamos que nos alimenten, nos acaricien, nos acunen para conocer el mundo y a las personas que nos rodean.
«Según Bowlby, el bebé nace con un repertorio de conductas…»
Debido al vínculo que establecemos con nuestras figuras de apego y a que nos den respuesta y cubran nuestras necesidades, podremos aprender a regularnos emocionalmente. Según Bowbly, el temor, la ansiedad o la seguridad que siente un bebé están definidas por el tipo, la calidad y cantidad de atención, amor y afecto que él recibe por parte de sus padres, madres o figuras de apego. Esto también puede observarse en distintas especies animales para conseguir la proximidad deseada de la madre como base para la protección y la continuidad de la especie.
Por los experimentos con monos de Harry Harlow (1905-1981) se descubrió la necesidad universal de contacto al observar que monos sin una mamá preferían a una mamá de trapo sin biberón que a una mamá metálica que si tuviera biberón. Se descubrió así, que la necesidad emocional de contacto está por encima de la necesidad física de alimento.
Gracias a todos estos descubrimientos, Bowlby publicó su Teoría del apego. Según Bowlby, el bebé nace con un repertorio de conductas (succión, sonrisa refleja, balbuceo, la necesidad de ser acunado y el llanto) para así conseguir producir respuestas en sus cuidadores y conseguir vincularse con ellos. Con este repertorio de conductas buscamos mantener la proximidad o contacto con la figura de apego, utilizándola como base de seguridad para lanzarnos a explorar el mundo, ya que, gracias al apego y al vínculo con nuestros padres, madres o cuidadores, lograremos sobrevivir.
Años más tarde, Mary Ainsworth (1913-1999) encontró tres patrones principales de apego observando que la manera de comportarse dependía de la sensibilidad de la madre a las peticiones de su hijo.
Ainsworth encontró tres tipos de apego:
- Apego seguro: lloraban poco y se mostraban contentos cuando exploraban en presencia de la madre y se calmaban cuando ella regresaba.
- Apego inseguro (ansioso-ambivalente): lloraban frecuentemente, incluso cuando estaban en brazos de la madre, y no se calmaban al regresar.
- Apego inseguro (evitativos): parecían no mostrar apego ni conductas diferenciales hacia sus madres.
¿Por qué es fundamental hablar de apego?
De pequeños nacemos totalmente dependientes, no tenemos la capacidad de nutrirnos, alimentarnos y regularnos emocionalmente por nosotros mismos, y son nuestros padres y madres los que, gracias a su propia regulación emocional nos van enseñando a regularnos.
El tipo de apego que tengamos con nuestros cuidadores se genera en base a la accesibilidad y capacidad de responder y cubrir nuestras necesidades cuando éramos pequeños. Según el tipo de apego que se genere (seguro o inseguro) hará que tengamos distintas formas de: sentir, necesitar, desear, preocuparnos o tranquilizarnos y de relacionarnos a lo largo de nuestra vida.
Se ha demostrado la existencia de una relación entre apego seguro y una capacidad de autorregulación y, por otra parte, una relación entre apego inseguro y dificultades en la regulación afectiva.
¿Cómo influye nuestro estilo de apego en el entorno laboral?
Como en muchos otros ámbitos de la vida, el estilo de apego también tiene consecuencias en el entorno laboral en nuestra vida adulta. Según Hazan y Shaver (1990), las personas que tienen un estilo de apego seguro se sienten más satisfechas con su trabajo ya que confían en sus propias capacidades, saben pedir ayuda, son capaces de sentirse valoradas y algo muy importante, saben poner límites a la hora de conciliar su vida profesional con la personal.
Sin embargo, comprobaron que las personas con un estilo de apego evitativo tienen mayor tendencia a trabajar de manera compulsiva ya que en muchas ocasiones, se vuelcan en su trabajo como manera de ocupar su tiempo y así, evitar sentir otro tipo de emociones o vincularse afectivamente. Para ellas, es más difícil poner límites y muchas veces la vida laboral se come por completo la vida personal.
Por otro lado, las personas que tienen un apego ansioso-ambivalente utilizan el trabajo como manera de satisfacer sus otras necesidades. Estas personas tienen más problema en separar el ámbito laboral del personal, les cuesta sentirse valoradas y suelen tener un sentimiento de insatisfacción con su desempeño porque nunca es suficiente.
«Para los equipos de talento o personas que tengan que liderar equipos, les ayudará a gestionar situaciones complicadas…»
Además de todo esto, a lo largo de nuestra trayectoria profesional vamos a trabajar con un gran número de personas, cada una de ellas con su propio estilo de apego. Conocer más sobre el apego de cada una de ellas nos puede ayudar a vincularnos mejor con nuestros compañeros, managers, etc. Para los equipos de talento o personas que tengan que liderar equipos, les ayudará a gestionar situaciones complicadas o altibajos con nuestros empleados.
Como empresa, debemos generar un entorno de trabajo seguro que ayude a las personas a vincularse de manera positiva. Esto ayudará a mejorar en los empleados sus niveles de bienestar, motivación y a poder tener un buen balance entre su vida profesional y personal. Si generamos espacios formales en los que ofrecemos la posibilidad de trasladar las necesidades que los compañeros y compañeras puedan tener, y contamos con un equipo que pueda acompañar desde la profesionalidad y el conocimiento, será más sencillo estrechar lazos de comprensión y compromiso.
