«(…) es de sentido común» quizás la frase más escuchada en pasillos, cafeterías, salas de reunión y afterworks precedida de una retahíla de comentarios y afirmaciones dando la razón a quien lo invoca. También utilizada usualmente como arma arrojadiza entre miembros de un equipo, áreas, departamentos, proveedores, etc.

Pero, ¿realmente es el sentido común el menos común de los sentidos?, como enunció Horace Greeley hace más de un siglo.

¿Qué es el sentido común?

Atendiendo al tenor literal de las palabras, la Real Academia Española (RAE) nos brinda la siguiente acepción relativa al sentido común:

Sentido Común: Modo de pensar y proceder tal como lo haría la generalidad de las personas.

Y nos indica, sobre generalidad:

Generalidad: Mayoría, muchedumbre o casi totalidad de los individuos u objetos que componen una clase o un todo sin determinación a persona o cosa particular. La generalidad de los individuos.

Si observamos ambos términos bajo la propuesta del Management 3.0 de entender las organizaciones como Sistemas Adaptativos Complejos (Complex Adaptive System), un equipo que opera bajo un propósito compartido y que genera, en el transcurso de sus operaciones, redes dinámicas de interacciones, puede ser considerado como una generalidad, que desarrolla un modo de pensar y proceder común.

Es decir, bajo esta óptica, podemos afirmar que cada equipo posee un sentido común genuino, que puede tener similitudes con otros equipos internos o externos a su organización.

Foto de Simon Shim

¿Qué determina el sentido común?

Cuando nos encontramos acompañando un equipo, podemos percibir que cada uno de los individuos aporta y moldea el sentido común. Esto no significa que la suma de agregaciones individuales de los miembros de un equipo den como resultado el sentido común. La clave se encuentra precisamente en estos nexos afines y en las redes de interacción de sus individuos.

Dicho de otra forma, y haciendo una similitud con la teoría de Sistemas Adaptativos Complejos, el sentido común del conjunto no se predice por el sentido individual de los componentes.

Foto de Daniele Levis

Por ello, hay que prestar atención a las cualidades del sentido común en patrones observados en diferentes equipos:

  • Se ve afectado por cambios internos y externos al sistema.
  • Se ve afectado por cambios en los individuos del sistema, incluyendo su agregación o sustracción.
  • Miembros nuevos al sistema pueden requerir descubrir e interpretar el sentido común vigente.
  • Los individuos analizan el sentido común desde su interior (ego) hacia el exterior (entorno), primando y armonizando su «sentido» con el «sentir común«.
  • Aplicado a un mismo propósito permite diferenciar entre un grupo de individuos de un equipo.
  • Es dinámico, evoluciona constantemente, pudiendo asentar pilares sobre los que seguir evolucionando.
  • Trata de predecir comportamientos para un contexto y situación determinada en base a premisas generales que no atiende a casos específicos y determinados.

La importancia de entender el sentido común del equipo

Es clave, a la hora de acompañar a un equipo, saber empatizar y conocer el por qué de las decisiones que se han tomado sobre cómo organizar su forma de trabajar.

Además, entender el sentido común existente nos puede dotar de las palancas de cambio necesarias para lograr el alto rendimiento del sistema en su aportación de valor. Asimismo, comprender que las respuestas, métodos, frameworks o principios «universales» ante retos que dependen del contexto y situación del equipo puede dar lugar a resistencia dentro del propio sistema, al tratar de imponer individualmente un nuevo sentido común.

Por ello, también es importante evitar imponer nuestro «sentido» dado que, no siendo consecuencia de las redes de interacción del equipo, corremos el riesgo de generar lazos de dependencia que pueden dar lugar a que el alto rendimiento e incorporación de principios y valores Agile se esfumen al dejar de estar presentes en dicho sistema. Una acción de mejora que se convierte en parte de la cultura de un equipo solo puede nacer y asimilarse desde dentro del equipo.

Esto da explicación a porqué el «mindset Agile» y algunos de sus frameworks, como Scrum, son «fáciles de entender pero difíciles de dominar» (Simple to understand, Difficult to master).

Foto de Austin Chan

¿Cómo ayudan los «post-it amarillos» al sentido común?

El sentido común, por su cualidad de ser dinámico, pocas veces se encuentra explícito dentro de un equipo. Precisamente, las sesiones con alto componente de interacción, retrospectiva y visualización gráfica persiguen el surgimiento del entendimiento común del equipo en un momento determinado sobre un aspecto concreto, por ejemplo, su propio funcionamiento.

Este nivel de inspección tiene su origen en la influencia del sentido común del sistema y emerge explícitamente a través del entendimiento común del equipo ante un reto concreto.

Quizás, por ello, una de nuestras principales misiones sea precisamente «facilitar» que el sentido común del equipo aflore brindando la posibilidad al propio equipo de evolucionar hacia la dirección que consideren oportuna para la entrega de valor.