Julio y agosto son los meses de vacaciones por excelencia del año. Es en estas fechas cuando habitualmente más esperamos poder disfrutar de unos días que nos permitan descansar física y, sobre todo, mentalmente.

Pero, ¿desconectamos realmente del trabajo durante nuestras vacaciones?

Es importante que tengas en cuenta que la desconexión digital es un derecho en el ámbito laboral. De hecho, está regulado en el art. 88 de la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales y, recientemente en el artículo 20 bis del Estatuto de los trabajadores. Lo que se pretende con esta nueva regulación es proteger a trabajadores y trabajadoras de intrusiones de la organización, en las ocasiones donde se les reclama disponibilidad incluso fuera de su horario laboral. 

Sin embargo, un estudio llevado a cabo por la empresa Randstand, afirmó en su informe que uno de cada cuatro profesionales no lo consigue. Otro estudio, llevado a cabo por Infojobs, nos cuenta que el 82% responde a llamadas de trabajo fuera de su horario laboral y un 74% también en sus vacaciones.

Por tanto, parece ser que desconectamos menos de lo que deberíamos. El hecho de trasladar la oficina a casa, o directamente, trabajar en remoto, dificulta la opción de poder descansar, desconectar y disfrutar de las tan merecidas vacaciones.

Actualmente, hay una dependencia tecnológica cada vez más grande que es inherente a los tiempos que vivimos, todavía mayor tras la pandemia, el confinamiento y el trabajar en desde casa, unificando espacios personales y profesionales.

Esta falta de desconexión puede pasarnos factura a nivel personal y emocional, y, como consecuencia, repercutir directamente en nuestros resultados y con ello, en los de la empresa.

La decisión de no ser tan “dependientes tecnológicamente” nos pertenece a cada uno de nosotros y no solo a la empresa en la que trabajamos, ni del rol que tengamos.

Repercusiones que puede conllevar no desconectar del trabajo.

Estar enganchados permanentemente, se está convirtiendo en un problema que nos impide recargar pilas para poder desarrollar nuestro trabajo de la manera más óptima posible.

Problemas personales

Estar pendiente de e-mails o llamadas 24-7 provoca que no percibamos una hora de cierre, por lo que la persona está permanentemente conectada al trabajo. Esto conlleva con el tiempo un estrés continuado que puede provocar efectos psicológicos importantes a la vez que síntomas físicos: desánimo por sentir que la vida es monótona, ansiedad y ataques de pánico, insomnio, falta de apetito o atracones, insatisfacción personal, irritabilidad y aumento de la agresividad, problemas gastrointestinales, caída del cabello, contracturas, problemas cardíacos, etc.

Problemas de pareja

Ya de por sí pasamos un porcentaje muy elevado del día trabajando, lo cual deja muy poco tiempo para la vida de pareja. Pero si además le sumas que cuando al acabar nuestro horario continuamos trabajando, el tiempo de dedicación a nuestra pareja, y, por tanto la calidad de la relación, puede verse afectada.

Problemas familiares

Las personas con hijos e hijas, especialmente si son pequeños y requieren mucha atención sobre todo en los primeros años de vida, necesitan dedicar tiempo a ellos y ellas para generar apego y  establecer lazos fuertes. En ocasiones, llevar un alto ritmo de trabajo con horarios prolongados, conlleva que los padres o madres tengan que estar ausentes en el día a día, pudiendo ocasionar problemas psicológicos en los niños y niñas a medio o largo plazo.

Además, el no desconectar adecuadamente del trabajo en esta circunstancia, suele provocar que estemos más irritables y menos pacientes, afectando a la crianza.

También dentro del marco de la familia debemos tener en cuenta la dedicación al resto de sus miembros, a conocer cómo se encuentran, pasar tiempo con ellos y poder establecer planes en los que disfrutar y desconectar con el ámbito laboral.

Falta de tiempo a la dedicación personal

Unimos el aumento de horas de trabajo a la falta de sacar tiempo para nosotros mismos, para dedicar tiempo a nuestro ocio, actividades favoritas, lectura, descanso… lo cual puede producir dejadez por el aspecto personal y, a la vez, problemas personales con la satisfacción con nosotros mismos.

Por tanto, es evidente que es tremendamente importante desconectar del trabajo y dedicar tiempo a otras áreas de la vida de la persona: vida familiar, social, de ocio propio, de relajación, tareas de crecimiento personal, autocuidados, etc. y más ahora en verano, donde existe el espacio para ello.

¿Qué hacer por tanto ahora en verano para poder llevarlo a cabo?

Deja un estado de temas pendientes antes de irte y coordínate con tus compañeros y compañeras

Esto hará que en tu cabeza quede todo organizado y detallado. Reúnete con el equipo para comunicar en qué punto se encuentra cada tema por si algo pudiese surgir y deja todo por escrito detallado. Cuanto más desarrollado lo dejes, más seguridad tendrás de que, si surge algo, otra persona podrá desarrollarlo sin problema y sin tener que interrumpirte en tus vacaciones.

Limita el contacto a ciertas horas

Si temes que pueda haber alguna tarea importante que necesitará de tu ayuda, incluso estando fuera de la oficina, puedes limitar una franja horaria en la que poder estar atento a las llamadas o correo, o, simplemente, para revisar por si algo urgente hubiese sucedido. De esta forma, tus compañeros podrán tener una expectativa realista de cuándo contactar contigo y tener una respuesta. Sin embargo, siempre que puedas, opta por la desconexión total para asegurar dar paz a tu mente. Estás en tu derecho.

Desactiva canales de comunicación

Si lo tienes, desactiva el teléfono de tu empresa y cualquier red social o de comunicación interna y deja constancia al resto de equipo de cuándo podrán contactar contigo.

La típica notificación de algún canal comunicativo o de un correo con asunto interesante, puede hacer que no puedas disfrutar del momento y que tengas finalmente que entrar a la aplicación de trabajo a leer o revisar lo que está pasando.

Si esa notificación no salta o no tienes acceso a la aplicación, es más fácil que eso no ocurra.

Auto respuesta en el correo

Configura una respuesta automática en el correo electrónico, para aquellos casos en los que no estés disponible o localizable.

De este modo, se evita que quien te escribe, pierda el tiempo esperando una respuesta. También puede ser útil, o incluso necesario, indicar el correo electrónico de otra persona con la que se pueda contactar durante esta ausencia.

De la misma forma que una máquina necesita apagarse y reiniciarse de vez en cuando, las personas necesitamos también saber cómo desconectar, y a veces no nos lo permitimos.

“No es el más fuerte ni el más inteligente el que sobrevive, sino aquel que más se adapta a los cambios.”

-Charles Darwin-