Actualmente vivimos en una sociedad donde existen brechas de genero en ciertas profesiones. Las mujeres tienden hacia las carreras de salud o enseñanza y los hombres hacia carreras técnicas e ingenierías. ¿Por qué sucede esto? ¿Qué podemos hacer para ir cambiando la situación?

¿Cuál es la situación actual?

Crue (universidades españolas), realizó un estudio recogiendo cifras de las universidades españolas en el curso 2014/2015. En este estudio se pueden ver datos muy interesantes y de todo tipo, pero hoy nos vamos a centrar en aquellos datos que se obtuvieron referentes a la brecha de genero en las carreras técnicas.

Está claro que las mujeres estudian carreras, pero no solo eso. Según el porcentaje de hombres y mujeres se ve que hay mayor número de mujeres matriculadas.

También podemos ver en el siguiente gráfico de un estudio de La comunidad de Madrid, donde se recoge datos sobre la enseñanza de régimen General en la comunidad, que el número de mujeres matriculadas en cursos no universitarios desciende y el de hombres aumenta. Por lo que podemos deducir, que quitando el abandono educativo, las mujeres tienden a matricularse en carreras universitarias en vez de estudiar ciclos formativos.

¿Qué carreras estudian la mayoría de mujeres?

Las carreras más demandadas son Administración y Dirección de empresas, Derecho y Educación Infantil. En estas tres se puede ver que el número de hombres y mujeres está equilibrado, aunque las mujeres suelen ser mayoría en Educación Primaria.

Las brechas de genero en las carreras universitarias existen tanto para hombres como mujeres. Las mujeres son mayoritarias en las carreras de Educación infantil y Enfermería y por otro lado, los hombres son mayoría en las carreras de Ingeniería Electrónica e Ingeniería Informática.

¿Por qué hay tanta diferencia?

Todo apunta a que la razón de que exista esta brecha de genero recae en la sociedad. La educación que recibimos cuando somos pequeños y que nos acompaña durante el resto de nuestras vidas en la prensa, la televisión y las propias convicciones con las que hemos crecido.

Desde el principio se enseña a los niños que existen tareas, juguetes y ciertos comportamientos que son únicos de un sexo determinado, de esta forma se van moldeando a los pequeños para que al final solo se centren en ciertas áreas. No es que a las niñas no les gusten las ciencias, es que no se les da la oportunidad de saber si les gustan o no, de igual forma pasa también con los niños diciéndoles que ciertos gustos o comportamientos son cosas de niñas.

Las brechas de genero existentes entre diferentes carreras, ocasionan que se pierdan por el camino a personas cuya vocación podría hacer que fueran especialmente excepcionales.

¿Qué podemos hacer para evitarlo?

Respecto a la educación de los más pequeños, deberíamos dejar que cada niño descubra aquellas cosas que le gusten sin etiquetarlo todo con cosas de niños/niñas. Dejar los prejuicios a un lado y dejar que cada uno siga el camino que le llene y le haga feliz. 

Es cierto que el profesorado tiene cierto peso en motivar a los alumnos a descubrir facetas y en encontrar sus verdaderas motivaciones, pero creo que es mucho más importante el ambiente familiar y social donde las personas se desarrollan para poder creer en sí mismos y tener ideas propias.

Como ejemplo de algunos consejos desafortunados de profesores, una anécdota: Cuando estaba en el instituto consulté a la orientadora sobre algunas carreras. Su consejo fue que me dejara de carreras, lo mejor para mi era hacer un ciclo de asesor de imagen. Sus argumentos para convencerme fueron que mi trabajo consistiría en decirle a fulanito qué corbata ponerse para un discurso. Salí de allí para no volver y decidí estudiar Informática. 

Por otro lado, en el área de la tecnología existen movimientos para promover la divulgación y la concienciación de la mujer en la ciencia. Por ejemplo, existen grupos de mujeres que hacen reuniones para contar sus experiencias y apoyarse mutuamente, existen las figuras de mentoras que acompañan a chicas que comienzan en algún área de la tecnología, para apoyarlas cuando lo necesiten y muchos más movimientos. Poco a poco se va creando más visibilidad y deja de ser tan “extraño” ver a una mujer trabajando en estas áreas.

Ejemplo de proyectos y movimientos actuales:

Aquí tenemos algunos ejemplos de movimientos que se han ido creando hasta ahora:

  • En Euskadi se creó el proyecto inspira. Allí mujeres profesionales de áreas científicas, inspiraran a jóvenes y hacen mentorías para promover la ciencia entre la chicas.
  • Premio Ada Byron, la mujer tecnología 2016. Con este premio se quiere dar visibilidad a la mujer tecnológica y fomentar la vocación científica a los jóvenes. El plazo está abierto hasta el 5 de Abril.
  • Adalab. Su propuesta es ayudar a que mujeres jóvenes se reciclen convirtiéndose en desarrolladoras web. Cada alumna tendrá una mentora que la ayudará en su camino.
  • Women TechMakers Madrid iniciativa de Google. Donde se quiere dar a conocer el trabajo y el conocimiento de las mujeres en el sector técnico.

Experiencias

A día de hoy la brecha de género existe y es algo que se vive día a día. He preguntado a diferentes personas que se encuentran en áreas donde existe une brecha de genero sobre sus vivencias y opiniones sobre este tema. Al fin y al cabo, no hay mejor opinión que una experiencia real.

Himilce – Electrónica:

¿Qué porcentaje de chicas había en tu clase?

Era la única, no recuerdo cuantos alumnos éramos para decir el porcentaje.

Mientras estuviste estudiando, ¿notaste algún tipo de desigualdad por ser mujer?

Al principio no y por suerte con la mayoría de profesorado tampoco. Una vez aprobé con un 10 un examen que el resto de compañeros habían suspendido. Un amigo me avisó de que en la sala de profesores, ese profesor estaba reunido diciendo que una mujer no podía hacer agachar las orejas a los chicos de clase. Se le unieron dos más a la causa y el resto del curso con ellos fue un pulso.

Si tú y un hombre estáis optando al mismo puesto con las mismas aptitudes, ¿crees que él tendría más posibilidades de conseguirlo?

Cada vez menos, pero creo que en estos sectores aún sucede.

En el trabajo, ¿crees que estás en inferioridad de oportunidades/derecho por el hecho de tener hijos o de querer tenerlos en un futuro? (Por ejemplo, que te denieguen un ascenso o te bajen de categoría).

Dos veces no he podido optar por estar embarazada y luego en la maternidad. Igualmente, en mi trabajo, aunque parece que hay cierta seguridad con este tema, no pude evitar sentir miedo de ser despedida por ello. Es más, antes de intentar buscar el embarazo me informé de si tendría algún problema en la empresa, a través de compañeros del sindicato. Tener estas dudas o miedo es el indicativo de que aún se nos penaliza por poder o querer ser madres.

¿Por qué crees que las mujeres no suelen elegir carreras de ciencias/técnicas?

La sociedad ejerce una presión muy grande. Si eres niña, tienes que preocuparte por la ropa, ir guapa, a la moda… Desde pequeñas somos las «bonitas». A las niñas se les regalan muñecas, bebés, cocinitas, cabezas para peinar y maquillar, ropita para las muñecas, vestidos de princesas. No se regalan juegos de ciencia, ni circuitos de velocidad en los que tienes que saber cuando acelerar o frenar en función del grado de la curva o juegos de construcción… Y además, todavía para mucha gente que una mujer estudie es solo por que «haga algo”.

Irene – Investigación científica:

¿Qué porcentaje de chicas había en tu clase?

Éramos mitad y mitad hasta que tocó elegir. En 3º de BUP de ciencias, pasamos a ser 1/3. Después en COU, opción científico-técnica, sólo éramos 6 chicas en un grupo de 37 alumnos.

Estudiando la carrera, sin embargo (estudié Química), éramos como un 70% de chicas. Química era, en la primera década de los 2.000, la carrera de ciencias puras con mayor porcentaje femenino.

Mientras estuviste estudiando, ¿notaste algún tipo de desigualdad por ser mujer?

Sí, mientras estudiaba y después. Toda la vida. De hecho, la principal desigualdad que sentí en la Universidad tiene que ver con el machismo que impregna nuestra sociedad en su conjunto. Si tú cometes un error, se te dice que “tienes la cabeza para llevar el pelo” (sic). En cambio, si el error lo comete un compañero, se le dice que no se ha esforzado lo suficiente.

Si tú y un hombre estáis optando al mismo puesto con las mismas aptitudes, ¿crees que él tendría más posibilidades de conseguirlo?

Creo que esta pregunta es falaciosa, ya que nunca hay dos personas con exactamente las mismas capacidades. Dicho esto, mi respuesta es que, desgraciadamente, depende del entrevistador.

En el mundo de la investigación científica, del que he formado parte durante nueve años, el sistema de selección de candidatos es riguroso y tiene en cuenta exclusivamente los méritos científicos y trayectoria del candidato, independientemente de su sexo, nacionalidad o trasfondo socioeconómico.

No es así en la empresa privada, donde trabajo desde hace menos de un año. En mi caso particular, no creo que prefieran a un hombre con más o menos mi misma formación y experiencia antes que a mí, ya que no quiero tener más hijos y soy atractiva. Pero el hecho de que estos dos factores influyan en la decisión es un problema, aunque no lo sea para mí.

En el trabajo crees que estás en inferioridad de oportunidades/derecho por el hecho de tener hijos o de querer tenerlos en un futuro. (Por ejemplo, que te denieguen un ascenso o te bajen de categoría).

Así es. Tengo dos niñas pequeñas y tengo que ocuparme de ellas. Son mi responsabilidad, y mi empresa no me da facilidades de ningún tipo para conciliar, ni horario flexible, ni teletrabajo… en consecuencia, a menudo tengo que ausentarme durante varias horas, lo que conlleva penalizaciones como disminución de bonus.

Además, los compañeros que no tienen hijos suelen ser bastante insolidarios. Se escudan en que “es su opción” para calentar la silla horas y horas, fomentando el presentismo frente a la productividad y criticando a quienes se acogen a una reducción de jornada (¡aunque ésta también conlleva una reducción de su salario!) porque no pueden o quieren pagar a quién se ocupe de sus hijos once o doce horas diarias.

¿Por qué crees que las mujeres no suelen elegir carreras de ciencias/técnicas?

La elección de carrera se hace durante la adolescencia. Y l@s adolescentes toman casi todas sus decisiones por presión social. “Odio las matemáticas” es una frase hecha entre muchas chicas. Para ellas es parte de su identidad de género.

La ausencia femenina se nota más entre las carreras técnicas, por la influencia de los roles tradicionales en la formación de la personalidad (en mi opinión). A los chicos se les enseña a crear cosas y a arreglarlas, desde el mismo juego infantil, orientándolos a las ingenierías. A las chicas se nos enseña a crear adornos, pintar y cuidar, lo que nos orienta hacia carreras de letras o bien de la rama biosanitaria, que apela a la condición de mujer como cuidadora.

Vanessa – Matemática:

En la universidad, ¿qué porcentaje de chicas había en tu clase?

Pues depende del año y de la rama, pero en general recuerdo que en Matemáticas había siempre bastantes chicas. Pero no sé si sirve como ejemplo porque en realidad es una carrera que cursa muy poca gente.

Mientras estuviste estudiando, ¿notaste algún tipo de desigualdad por ser mujer?

No directamente, no siempre, pero sí había cosas. Como aquel profesor que el primer día dijo que “las que estén en esta carrera para encontrar novio ya pueden salir de mi clase y no volver” o algún otro que a la hora de presentar una reclamación daba la impresión de que se mostraba especialmente inflexible o despectivo con las chicas. En mi caso personal, más que por ser chica, encontré algunos comportamientos discriminatorios por mi manera de vestir, más alternativa que la de la mayoría de mis compañeros.

Si tú y un hombre estáis optando al mismo puesto con las mismas aptitudes, ¿crees que él tendría más posibilidades de conseguirlo?

Depende del puesto. Para ilustrar esto, recuerdo estar trabajando para cierta empresa de estudio de mercado, como parte del departamento de Estadística. Este departamento se dividía, a su vez, en dos. Prácticamente la totalidad del sub-departamento en el que estaba yo, eran mujeres. En cambio, en el otro sub-departamento, cuyo volumen de trabajo era mayor, había más hombres. Ahora me dedico a la enseñanza y en muchos de los casos encuentro que demandan claramente “una profesora”. Hay prejuicios muy arraigados en nuestra sociedad.

En el trabajo, ¿crees que estás en inferioridad de oportunidades/derecho por el hecho de tener hijos o de querer tenerlos en un futuro? (Por ejemplo, que te denieguen un ascenso o te bajen de categoría).

Por supuesto. Para todo en la vida, ser mujer es sinónimo de tener que cumplir con un montón de requisitos extra y “peros” relacionados con tu vida sentimental y familiar. Para los cargos de responsabilidad o de mucho trabajo se prefiere gente sin cargas personales ni familiares, que dediquen todo su tiempo a la empresa. Ser mujer y querer tener hijos – según su punto de vista- no es compatible con eso.

¿Por qué crees que las mujeres no suelen elegir carreras de ciencias/técnicas?

La culpa la tenemos un poco todos. Son los pequeños detalles que vivimos en nuestro día a día desde que somos pequeñas. La prioridad en la educación de las niñas suele ser convertirlas en seres hermosos, dulces y complacientes. No se fomenta suficientemente el raciocinio ni el interés por la ciencia. Ni siquiera hay muñecas científicas, ni se las estimula a crear historias relacionadas con las ciencias. Si a eso le unimos que las películas que vemos nos muestran generalmente mujeres dedicadas a las humanidades o a los negocios de la moda o la cosmética, y que la ciencia en España no está demasiado bien valorada ni divulgada, nos acabamos encontrando con que la presencia de mujeres en el ámbito científico es algo que aún está lejos de ser considerado normal

Isaac – Educador infantil:

¿Qué porcentaje de hombres había en tu clase?

En torno al 5%.

Mientras estuviste estudiando, ¿notaste algún tipo de desigualdad por ser hombre?

Si, sobre todo por parte de las que fueron mis compañeras. Pero sin causar perjuicios en mi formación.

Si tú y una mujer estáis optando al mismo puesto con las mismas aptitudes, ¿crees que ella tendría más posibilidades de conseguirlo?

En la mayoría de los casos no, pero me han indicado que no me contratarían por el hecho de ser hombre en una ocasión.

En el trabajo, ¿crees que estás en inferioridad de oportunidades/derecho por el hecho de tener hijos o de querer tenerlos en un futuro? (Por ejemplo, que te denieguen un ascenso o te bajen de categoría).

No creo que se diese esa situación.

¿Por qué crees que las mujeres no suelen elegir carreras de ciencias/técnicas?

Puede que sea debido a los estereotipos culturales propios de nuestra sociedad.

Alberto – Profesor:

¿Qué porcentaje de hombres había en tu clase?

Aproximadamente un 10%.

Mientras estuviste estudiando, ¿notaste algún tipo de desigualdad por ser hombre?

Aunque no lo catalogaría como desigualdad, notaba cierta carga sexual en el ambiente social a la que no estaba acostumbrado.

Si tú y una mujer estáis optando al mismo puesto con las mismas aptitudes, ¿crees que ella tendría más posibilidades de conseguirlo?

Mi profesión es tradicionalmente femenina, aunque creo que el varón está bien integrado. No creo que tenga más o menos posibilidades. Las veces que he tenido que ejercer de seleccionador laboral, me guiaba principalmente por las aptitudes del aplicante y del proyecto; no por la naturaleza de su género. Casi siempre encontrábamos una amplia mayoría seleccionada femenina, aunque reitero que en mi profesión la mayoría de aplicantes son mujeres.

En el trabajo, ¿crees que estás en inferioridad de oportunidades/derecho por el hecho de tener hijos o de querer tenerlos en un futuro? (Por ejemplo, que te denieguen un ascenso o te bajen de categoría).

 Al contrario, creo que los casos en los que la mujer padece tales discriminaciones son sumamente injustos.

¿Por qué crees que las mujeres no suelen elegir carreras de ciencias/técnicas?

Aunque la presencia femenina en la mayoría de carreras es mayor a la de hombres, es cierto que el desnivel en la rama de ciencias de la computación y la de deportes es muy baja, entre el 13 y el 18%. Esto puede ser debido a que, pese a que las mujeres en general tienen un mejor rendimiento académico, quizá encuentran prejuicios o dificultades para progresar en dichas carreras profesionales.