Del día pudimos sacar varias reflexiones que nos gustaría compartir con la comunidad,. Pero primero pongámonos en situación para los que os introducís ahora.
Poniéndonos en situación
En el año 2008, para superar la crisis financiera iniciada con el derrumbe de las hipotecas subprime en los EEUU, los principales bancos centrales inician una política monetaria extraordinaria y empiezan a implementar medidas no convencionales para inyectar liquidez en el sistema.
Es esta crisis financiera la tormenta perfecta que planta la semilla para que surja una nueva moneda electrónica: el Bitcoin.
Pero, ¿qué es Bitcoin?
Bitcoin es una moneda virtual o criptomoneda, que Satoshi Nakamoto (todavía se desconoce si es una persona física o un grupo de personas) definió su funcionamiento a través de un protocolo escrito en 2008. Al año siguiente se pone en circulación esta criptomoneda, que se caracteriza por estar descentralizada.
La clave está en que no requiere que sea respaldada por ningún gobierno ni depende de la confianza en ningún emisor central, sino que su valor fluctúa según la oferta y la demanda. Llegando a alcanzar en 2017 un valor de 55.000 millones de euros y sigue subiendo.
¿Puede cambiar el mundo?
Probablemente el Bitcoin no lo cambie, pero el Blockchain, que es la tecnología sobre la que se sustenta esta criptomoneda, vaya a traer una nueva revolución.
De forma sencilla, podemos decir que Blockchain es una base de datos peer-to-peer que elimina a los intermediarios y reemplaza esa “confianza” por una red distribuida que garantizan su seguridad e integridad.
Utilizando el símil con la banca tradicional, Blockchain contiene un historial completo de transacciones bancarias donde cada nodo de la red tiene una copia. Una vez que una transacción es validada por cada nodo en la red y registrada en un bloque, ese registro es permanente e inalterable.
En definitiva, es una red que ningún individuo o compañía la gestiona, y sin embargo cualquiera puede formar parte. Eso cambia el juego, y conceptualmente nos puede recordar a los orígenes de Internet.
“The Internet was about replacing some intermediaries. Now the Blockchain is about replacing other intermediaries once again.” —William Mougayar
¿Qué nos depara en el futuro?
¿Y si no existiera solo un internet de la información? ¿Y si existiera un internet del valor, una especie de libro mayor distribuido, global, que se ejecute en millones de computadoras y que esté disponible para todos?
Allí todo tipo de activos, desde el dinero, identidad digital e incluso la propiedad intelectual como la música, podría almacenarse, moverse, tramitarse, intercambiarse y manejarse sin la necesidad de intermediarios. Esta es la oportunidad que cubre Blockchain.
Sin embargo, esta tecnología aún no ha alcanzado su pico de madurez, y todavía no hay despliegues a gran escala que hagan uso de ella. Blockchain está empezando a llamar la atención de la industria y tiene probablemente entre 5 y 10 años por delante para alcanzar la fase de “Productividad”. Echad un vistazo a la Curva de Gartner.
Hay muchos actores involucrados (desarrolladores, emprendedores, organizaciones, instituciones y gobiernos) que deberían tender a configurar el futuro de esta tecnología para los próximos años, reduciendo de forma colaborativa las barreras de entrada y construyendo herramientas que maximicen su difusión.
Blockchain tiene el poder de transformar los modelos corporativos tradicionales, instituciones, gobiernos, incluso nuestro estilo de vida actual. Pero todavía queda un largo camino por recorrer y promete que va a ser emocionante.