Hoy voy a hablar de un tema que interesa mucho a los departamentos de negocio de todas las empresas, la Monetización de las APIs. Y sí, lo pongo en negrita porque es la palabra que hace que nos presten una especial atención a nosotros, «los técnicos».

La verdad es que pensaba publicar esta entrada más adelante, después de tratar otros aspectos más internos del API Management, pero seamos sinceros: si no conseguimos que alguien esté dispuesto a invertir en un correcta política de gestión de APIs, todos los aspectos técnicos de nuestra solución serán secundarios, pues no podremos llevarlos a buen puerto. Y el arma perfecta para lograr este fin es la monetización.

 

Monetizar no es otra cosa que convertir tu API en ingresos.

Las APIs pueden tener un impacto muy beneficioso para una empresa si se usan de forma interna pues favorecen la organización y la gestión de los recursos internos, disminuyendo costes. Este es su primer impacto económico en la organización, pero existe otro todavía mayor y consiste en obtener ingresos extra de terceros por el uso de nuestra API. La gran pregunta es, ¿es esto factible? ¿Es sencillo?

Por supuesto es factible pero dista mucho de ser sencillo. Actualmente existen dos vías principales de monetización que voy a llamar «Tradicional» y «Expansiva» porque el artículo lo escribo yo y puedo elegir los nombres.

Esto del poder tiene sus riesgos. 🙂

La vía tradicional es de sobra conocida y consiste en cobrar en función del uso de la API realizado. Lo habitual es que el propietario de la API defina un catálogo de niveles de servicio y unas cuotas (los famosos «tiers»). Por ejemplo, 10.000 llamadas al API, con hasta 10 llamadas por segundo por 4,99€, o 0,02€ por llamada al API hasta las 2000 primeras, 0,01€ de las 2.000 a las 4.000. Las combinaciones son muchas y es un modelo de monetización muy tradicional, como cualquier otro servicio (y la verdad es que recuerda un poco al 2×1 de algunos supermercados). Esta «vía tradicional» sigue siendo válida, pero queda restringida a casos concretos en los que su uso reporta beneficios, como pueden ser empresas que poseen datos exclusivos e indispensables para la realización de otros negocios.

La vía expansiva basa sus beneficios en el crecimiento del negocio. La idea es no cobrar (en algunos casos incluso se llega a pagar) por el uso de la API. Es una idea que no suele gustar mucho a las empresas más tradicionales, pero su impacto en los beneficios puede ser enorme.

Un caso muy llamativo de esta práctica es la compañía StubHub.

StubHub se dedica a la venta de entradas para espectáculos, ya sean deportivos, culturales o de cualquier otra naturaleza. El modelo de monetización del API de StubHub consiste en permitir a cualquier desarrollador el uso de su API. De esta forma su servicio de venta de entradas puede encontrarse en webs y aplicaciones móviles sin coste alguno para los desarrolladores. Pero van un paso más allá. Si una web vende una entrada a través del API de StubHub, el desarrollador de la web obtiene un pequeño porcentaje del beneficio de dicha venta.

Mi pregunta es ¿cuál de los dos modelos favorece la expansión del uso de la API? Como desarrollador ¿qué API me facilita más el inicio de mi propio negocio, ya sea web o aplicación móvil? Convencer a un desarrollador de que pague por usar una API antes de saber si su negocio le va a reportar beneficios es muy difícil pero, ¿y si no le cuesta nada?¿Y si además le aporta beneficios? Quizás perdamos un pequeño margen en la venta pero ¿cuánto volumen ganaremos?

La transformación digital no consiste únicamente en modernizar nuestra infraestructura; necesita que nuestro enfoque del negocio se adapte al nuevo entorno. Los departamentos de negocio, los que tienen el dinero y la capacidad de decisión para invertir en estas soluciones, deben asumir que los modelos tradicionales necesitan mutar a nuevas prácticas que pueden parecer arriesgadas a priori, pero que en el mundo digital suponen la diferencia entre vender 100 entradas o vender 10 millones. Poco importa que nuestro margen se reduzca si nuestro alcance se multiplica.