¿Has sufrido cambios recientemente?
¿Los has elegido o han venido impuestos?
¿Cómo te está resultando adaptarte a ellos?
¿Qué emociones te suscitan?
¿Te estás planteando algún cambio ahora?
A lo largo de nuestra vida, pasamos por diferentes tipos de cambios tanto elegidos como impuestos que requerirán de nuestro esfuerzo para adaptarnos a ellos. Muchos nos han encontrado, encuentran y encontrarán en circunstancias inimaginables como ha hecho el ahora famoso coronavirus. De un día para otro, sin tiempo para diseñar planes alternativos.
Cada persona reacciona de manera diferente ante el cambio; se trata de una cuestión de actitud frente a éste. Todos tenemos la capacidad para cambiar, pero no todos tenemos la misma apertura hacia el cambio.
Cuando nos encontramos ante el desafío de un cambio, a parte de suponer una posible salida de nuestra zona de confort, también se nos presenta una buena oportunidad para revisar nuestras ideas, creencias y valores que en otros momentos no nos hemos cuestionado.
Para evolucionar, debemos acogernos y aprovechar los cambios que surgen en la vida, ya que evitarlos o huir de ellos puede generar falta de entendimiento de la situación y empeorar la misma.
Podemos ver afectados diferentes ámbitos de nuestra vida, provocándonos diferentes emociones y generando consecuencias en el ámbito personal, social y/o profesional.
¿Qué sentimientos puede generarnos el cambio?
- Incertidumbre: En cierta medida, salimos de la “zona de confort “en la que estamos en ese momento y no sabemos qué nos espera y cómo saldrá este nuevo cambio.
- Estrés: Dependerá de nosotros el manejo del estrés. Si lo manejamos satisfactoriamente nos permitirá mantener la atención para adaptarnos. Si por el contrario no tenemos las herramientas adecuadas, podrá bloquearnos y desembocar en consecuencias con dificultad de controlar por nosotros.
- Tristeza: Cuando el cambio nos supone una pérdida.
- Alegría: Si el cambio ha generado consecuencias positivas en ti.
- Rabia: Si es algo impuesto sin capacidad de control por nuestra parte.
- Miedo: Ante cambios desconocidos o inciertos.
¿Qué podemos hacer para adaptarnos?
- Acepta la nueva situación
Debemos intentar aceptar la situación. Pensar en cómo sería si no se hubiese dado el cambio o hubiese sido de otra manera no nos ayudará a adaptarnos, si no que nos generará incertidumbre. Esto nos ayudará a afrontar la situación de forma mas optimista, positiva y realista.
- Reflexiona sobre el cambio
Es muy importante aceptar que ha ocurrido y reflexionar sobre la evolución de nuestras circunstancias, que cambios nos conllevará y que tenemos que modificar para poder tener una visión más objetiva de éste. De esta manera, posiblemente veamos cosas positivas de la nueva situación que en un primer momento no ha ocurrido.
- Trabaja la flexibilidad
Ser más flexibles ante los cambios nos permitirá afrontar mejor las nuevas situaciones. Aunque el cambio no sea elegido por nosotros, debemos ser conscientes de que esta nueva situación nos aportará nuevas posibilidades.
- Piensa en los beneficios de tu nueva situación
Después de reflexionar sobre el cambio, piensa en los beneficios de la nueva situación. Busca aspectos positivos que te hagan visualizar el cambio de manera mas optimista. Salir de nuestra rutina, ya sea voluntariamente o porque la situación lo requiere, nos da la posibilidad de conocer otras cosas.
- Identifica la evolución personal de las nuevas experiencias
Descubrir nuevas experiencias o situaciones, nos hará adquirir experiencia y posibilidades. Todo tipo de cambio siempre nos aportará algún tipo de aprendizaje para poner en práctica en el futuro.
- Valorar y agradece lo que tienes
Perder lo que tenemos o modificarlo, nos puede ayudar a valorar lo que tenemos.
Estamos acostumbrados a vivir en un entorno de confort que hace perder valor lo que nos rodea conforme pasa el tiempo. Por eso, ser conscientes de que aquello que tenemos es valioso, hasta el mínimo detalle, nos ayudará también a disfrutarlo más.
Ante un cambio impuesto, bloqueante, que no esperabas, no permitas que éste te impida avanzar en tu día a día. Acéptalo, reflexiona, busca los recursos necesarios que te permitan vivir y evolucionar desde el papel de protagonista. Y muy importante, adopta una actitud proactiva y positiva.