Últimamente, día a día en nuestro ámbito laboral, han aparecido muchos términos en inglés. Algunos ya llevan con nosotros muchos años y otros no tanto, y hay nombres que no quedan del todo claros.
Yo soy diseñadora UI/UX. Sé que algunos de vosotros os habéis quedado con la palabra diseñadora y, automáticamente en nuestra mente, sale algo que está relacionado con dibujo y color. Algunos nos llaman “los que pintan y colorean”, lo cual se aleja bastante de lo que realmente hacemos, hay mucho más trabajo detrás.
Entonces, ¿qué es diseño y cuáles son sus funciones?
Todo lo que nos rodea está diseñado por alguien. El coche, metro o autobús que cogemos en nuestro día a día para ir al trabajo o de compras, está diseñado por los diseñadores industriales. El sofá donde vemos Netflix o la mesa de comedor que has comprado en IKEA también fue creado por diseñadores de interiores. Las camisetas, vaqueros o bolsos que llevamos, es el trabajo de diseñadores de moda. Y, si analizamos los sinónimos de la palabra design, en inglés salen estas opciones:
– Create (Crear)
– Plan (Planear)
– Organization (Organizar)
– Think up (Inventar)
– Fabricate (Fabricar)
Así que podemos decir que diseñadores son creadores o inventores.
Pero, como sabéis, no todos los sofás son cómodos ni todos los móviles son fáciles de usar.
Usamos cientos de cosas a diario sin darnos cuenta, por eso somos usuarios de todo lo que nos rodea. No nos solemos quejar de cosas bien hechas, esto significa que tiene buena experiencia de usuario. No sé si alguna vez os habéis preguntado por qué las tazas de IKEA tienen una ranura en su base. No es para que el ColaCao se enfríe antes, ni para dar estabilidad a la misma, sino para que cuando se esté lavando, al tener borde continuo, el agua se acumula allí, y gracias a este pequeño detalle, las tazas se secan mejor porque el agua sale hacia fuera por la ranura.
Eso es UX, que se traduce como experiencia de usuario (User Experience).
Estoy segura que muchos de vosotros en vuestra vida cotidiana os hacéis la pregunta: “¿quién ha puesto este enchufe aquí?, no tiene sentido poner el microondas en la mitad de la pared”, “¿quién ha hecho las asas de esta cacerola de metal? Al cocinar no la puedo agarrar sin un paño porque me quemo”, o la típica escena cuando entras en tu portal, no hay sensor de luz, y tienes las manos ocupadas con bolsas de la compra e intentas encenderla con el codo o con la cadera haciendo un movimiento de “samba”, y luego ya en el ascensor te encuentras pensando: “ojalá nadie me haya visto…”. A todo esto lo llamamos mala UX.
Entonces, ¿qué es experiencia de usuario?
Básicamente, es el sentido común o cierta lógica en todas las cosas que nos rodean y que utilizamos a diario. Unos tienen más UX, otros menos, y otros ninguna. En los productos digitales suele pasar que entras en una página web y ves tanta información, que para encontrar lo que andas buscando necesitas más de 20 minutos, y empiezas a disgustarte… Es igual cuando llamo al servicio de atención al cliente de mi operador y debo escuchar a un robot durante 7 minutos para después esperar otros 20 escuchando a Mozart. Así que el resultado final es una mala imagen de la empresa. Para que no ocurra esto existen profesionales que se encargan de analizar todos estos casos de uso y poner una solución. Cada caso se revisa para comprobar si cumple con su función principal y se examina de qué manera va a ser utilizado por los usuarios y qué experiencia van a tener con el producto. Por ello, un diseñador siempre tendrá que buscar e identificar los problemas y proponer una solución de la mejor forma posible. Esto es UX o Experiencia de usuario.
¿Y qué significa UI?
Al igual que UX, es un acrónimo que proviene del inglés (User Interface) y significa interfaz de usuario. Ésta la podemos encontrar en productos digitales (aplicaciones móviles o páginas web), también en máquinas de compra de billetes de metro, en cajeros automáticos o incluso en las máquinas de hospitales para pedir cita. Podemos decir que UI/UX es una “pareja” perfecta, porque solucionan problemas, no solo a nivel de producto, sino también a nivel visual: tamaños de textos adecuados, color de los mismos, tamaño de botones que vamos a utilizar, longitud de las líneas de texto, etc. Todos estos aspectos son realmente importantes a la hora de crear un producto.
Os doy un ejemplo visual sobre un cartel publicitario, aunque no sea un producto digital probablemente tuvisteis esta experiencia en algún momento de vuestra vida:
Cuando circulas por la carretera e intentas leer un anuncio, pero con tanto texto pequeño e imágenes de fondo no eres capaz de entender su significado porque al mismo tiempo debes prestar atención a la conducción.
A continuación, os presento algunos ejemplos, claros y bien resueltos, por parte de McDonald’s y Netflix, con los que es posible captar el mensaje en pocos segundos.
Como podéis ver, diseños buenos y malos existen en todas partes, los vemos día a día, y tenemos buena y mala sensación. Por eso, no solo somos los que ponen el color a las cosas. Nuestro trabajo es investigar, analizar, resolver y mejorar estos detalles que provocan mala experiencia, intentar que los productos sean más lógicos, usables y atractivos al mismo tiempo.
Si a alguno de vosotros os ha interesado este tema os propongo dos libros interesantes:
- Don Norman, The Design Of Everyday Things.
- Steve Krug, Don’t make me think.